Semifinalista en el Open de Australia y Roland Garros, finalista en Wimbledon. Todo de un tirón, en la temporada 2014. En la que abrió su palmarés individual WTA enciendo en Nuremberg. Pero desde entonces, ninguna corona más y unos cuartos en Australia 2015 antes de que se encadenasen más las primeras y segundas rondas en Grand Slam.
Apuntó a ser reina, cuando ascendió al número cinco mundial en octubre de su año fetiche, 2014. Con sólo 20 años había sorprendido en el circuito con sus golpes rotundos.
Además, se apoyó en las redes sociales para convertirse en un símbolo del circuito, en una de las deportistas más seguidas. Ya fuera sorteando una cita para ver un partido de fútbol americano o ser su acompañante en una cena o mostrando su vida diaria: los disfraces de Halloween, su comida favorita, un baile con sus amigas.
La canadiense Genie Bouchard se convirtió en un imán de patrocinadores, pero su estrella deportiva se apagó entre lesiones y expectativas generadas no consumadas. Fue perdiendo gas respecto a sus rivales.
Tanto que a sus 30 años estaba semi retirada, más atenta a la nueva moda del pickleball que al tenis. No compite en el WTA Tour desde el torneo de Guadalajara, septiembre de 2023.
Aunque contribuyó unas semanas más tarde, en noviembre, a la victoria de Canadá en la Billie Jean King Cup, un hecho histórico de un país que había ganado la Copa Davis masculina el año anterior, en 2022. Disputó algún doble junto a Gabriela Dabrowski en una selección liderada por Leylah Fernandez.
Desde el puesto 346 mundial, Genie Bouchard tiene la intención de volver al circuito, en un torneo ITF W75. Un volver a empezar desde atrás. Así lo ha anunciado ella en Tik Tok.
Genie Bouchard, de regreso al tenis, donde llegó a ser una de las tenistas que todos los torneos querían en su cuadro, que las marcas agasajaban por su tirón popular.