LA IRONíA DE ANCELOTTI TRAS EL TíTULO DE LIGA: “NO JUGAMOS MUY BIEN”

Del puro de Carlo Ancelotti en 2022 a la celebración en redes en 2024. Si en la anterior Liga el Madrid acudió a Cibeles a festejar el título a cuatro días de la vuelta de las semifinales contra el City, y el técnico posó fumando con los más jóvenes; esta vez, también a cuatro días de la resolución ante el Bayern, el club optó por la vía recatada en vista de que el lazo no dependía por completo de la victoria frente al Cádiz.

Reunidos todos los jugadores en el palco de familiares para seguir el desenlace del Girona-Barcelona, la alegría se transmitió al exterior al modo del siglo XXI, a través de caracteres, fotos, vídeos y emoticonos. El más sutil, cómo no, el de Toni Kroos, que lanzó al cíberespacio unos ojos con el cuarto gol de los de Míchel. Dentro, eso sí, no faltaron los bailes, incluido Ancelotti, según las imágenes que fueron publicando jugadores y familiares. La visita a la estatua no será hasta después de las semifinales de Champions. Este domingo, entrenamiento a las 11.00.

“Nos gustaría estar con la afición, pero entiende que tenemos un reto muy importante el miércoles y lo queremos preparar bien”, se excusó el entrenador blanco. “La Liga la celebraremos el próximo fin de semana. Ahora es importante estar contenidos porque el miércoles es demasiado importante”, insistió en Real Madrid Televisión Ancelotti, que destacó el “poco ego” y “buen ambiente” de la plantilla de camino a un trofeo que, según el de Reggiolo, tuvo su momento más decisivo en el gol de Bellingham en el clásico del Bernabéu, que ensanchó la distancia a los 11 puntos.

La tarde se presentó extraña en Chamartín. Hubo que rastrear, según apuntó el estadístico Mr. Chip, hasta 1967 para encontrar un alirón blanco en diferido, cuando venció al Córdoba y tuvo que esperar cuatro horas a la derrota del Barça en Gran Canaria. En esta ocasión, la singularidad se resumió en lo que ocurrió en la sala de prensa poco después de las 18.30. Justo cuando apareció Ancelotti, el Barça aplazaba el título con el tanto de Christensen, y en el momento de responder a la segunda pregunta, empataba Dovbyk, lo que adjudicaba de nuevo la Liga a los blancos.

Dos horas antes de que el Girona pusiera el matasellos de las matemáticas, el discurso de Carletto no dejó de apelar al miércoles. Una y otra vez. En todo caso, su comparecencia, entre los goles de Montilivi, sí tuvo un aire de balance de curso liguero. Y con espacio para la ironía. “Lo hemos hecho tan bien que no hay muchos peros. Pero alguno hay… No jugamos muy bien. Hemos marcado solo 100 goles [112 en todas las competiciones], pero no jugamos muy bien. Entonces, repito: háblame del mar, marinero”, añadió el italiano, echando mano de un dicho que ya había usado hacía dos semanas para responder a las críticas sobre el juego defensivo del equipo en la vuelta con el City.

Las lesiones del principio nos ayudaron a entender que no era un problema de individualidades, sino de trabajo conjunto

La temporada se torció pronto para los blancos con las lesiones de cruzado de Courtois y Militão en agosto. Sin embargo, esa fue, según Ancelotti, la palanca del título. De la necesidad, virtud. “Una pieza importante la pusimos cuando empezamos a defender con compromiso colectivo”, explicó el italiano. “El gran esfuerzo lo han hecho los delanteros, más que los defensas. Las lesiones del principio nos ayudaron a entender que no era un problema de individualidades, sino de trabajo conjunto”, valoró tras otro encuentro con la portería a cero. A su juicio, fue el año de la “continuidad”, exactamente la palabra que utilizó la pasada campaña en el Camp Nou para explicar por qué su equipo se había descolgado tan pronto de la pelea. En esta ocasión, fue un Madrid de velocidad de crucero que, de postre, celebró la Liga en la vuelta de Courtois.

La sesión vespertina comenzó con la ovación al belga, que regresó 335 días después, y se desatascó con una acción suya. Lo recordó él mismo, como acostumbra. “Una bonita victoria que empieza con esa parada [a Chris Ramos] con 0-0. De ahí sale el 1-0″, advirtió. Nada más regresar del descanso, Militão perdió la pelota y colocó al delantero visitante frente al meta, que le achicó el hueco. El estadio despertó de la somnolencia y, dos minutos más tarde, Brahim hizo el 1-0.

“No había hecho un partido 11 contra 11 en nueve meses. He leído bien el espacio [en el mano a mano], no se me ha olvidado. En los pases largos, sí que tienes que acostumbrarte un poco”, detalló. “Al principio [con la lesión de cruzado], pensé que la temporada estaba perdida pero me sentí muy bien, y llegó lo del menisco [en marzo], y ahí volví a pensar que se había acabado. Pero estoy bien y aquí por si me necesitan”, señaló. Como mínimo, tendrá minutos en Liga, anunció Ancelotti. Y ya con la corona en el bolsillo.

Una Liga que, según Vinicius, habla de “la nueva era” del Madrid, de sus jóvenes. Lo escribió en X cuando un usuario recordó los títulos que llevaban los más noveles del vestuario. Una expresión, la de “la nueva era”, que es idéntica a la que pronunció el barcelonista Araujo cuando le ganó la Supercopa de 2023 a los blancos. A falta de Cibeles, fueron los festejos de las redes.

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