IKER MUNIAIN SE DESPIDE DEL ATHLETIC: “HA SIDO MUY DIFíCIL, PERO ES LO MEJOR”

El grupo de rock radical vasco Hertzainak, decidió escribir un tema romántico titulado Aitormena para su supuesta despedida allá por los finales de los años 80 del siglo pasado. Los jugadores del Athletic lo cantaron en la fiesta popular que improvisaron por las calles de Bilbao tres días después de ganar la Copa. Iker Muniain lideraba aquel grupo de futbolistas mezclados con la gente de la calle. Ahora, el capitán rojiblanco ha elegido las palabras de la canción para despedirse después de casi veinte años en el club. “Has sido lo mejor de mi vida, pero ahora, mi amor, ha llegado el momento de separarnos”.

Iker Muniain (Pamplona, 31 años), anuncia que deja el Athletic en el que entró cuando era un niño y en el que ha permanecido durante toda su carrera. Con menos protagonismo en los últimos tiempos, el título de Copa que anhelaba, después de perder cinco finales, ha sido la culminación de su carrera como jugador del equipo bilbaíno. Desde su debut con solo 16 años, en un partido de la Liga Europa frente al Young Boys, el capitán ha jugado 557 partidos y ha marcado 75 goles con la camiseta del Athletic, el primero, en el partido de vuelta de aquella eliminatoria europea, que le dio el pase a la fase de grupos. El último, aunque no cuente para las estadísticas, el penalti que marcó en la tanda decisiva contra el Mallorca en la final de Copa.

Iker es el segundo jugador con más partidos en la historia del Athletic, detrás del mítico José Ángel Iribar, al que no pudo alcanzar, entre otras cosas, por sus dos graves lesiones de ligamento cruzado en la rodilla que le mantuvieron apartado de los terrenos de juego durante más de año y medio. “Llegué a Bilbao con 12 años, siendo un niño. Me voy feliz con el sueño de haber levantado el tan deseado título de Copa y de haber sacado la gabarra 40 años después. Ha sido una decisión muy difícil, pero creo que es lo mejor tanto para el Athletic como para mí”, apunta en su despedida.

Joaquín Caparrós fue el entrenador que se enamoró de las cualidades de Iker Muniain. Con solo 14 años, el técnico sevillano le convocó a una pretemporada con el primer equipo y siguió sus pasos en el juvenil y el filial hasta hacerle debutar con solo 16 años. Desde entonces, Muniain labró su carrera en el primer equipo hasta convertirse en capitán. El navarro, del barrio de la Txantrea, también encandiló a Marcelo Bielsa, con el que completó grandes actuaciones, como la de Old Trafford ante el United, al que le marcó el tercer gol del Athletic llegando en carrera a un balón que parecía que no podría alcanzar, para superar a De Gea, ante el delirio de los 7.000 aficionados bilbaínos presentes en el Teatro de los Sueños.

Esa temporada sufrió sus dos primeras decepciones, ya que el equipo rojiblanco perdió las finales de la Liga Europa y de la Copa. Muniain tendría que aguantar el dolor de caer en otras tres finales coperas más, dos ante el Barcelona y otra más frente a la Real Sociedad, así que después de conseguir el título que tanto anhelaba, decidió marcharse. Su contrato finalizaba en junio, y antes de que el club propiciara algún movimiento para su renovación, previsiblemente a la baja, tomó la iniciativa y anunció su despedida. “Este rubio loco que nunca os va a olvidar”, decía desde el balcón del Ayuntamiento, después de ser el alma de la fiesta en la gabarra que surcó la ría de Bilbao.

El Athletic ha anunciado que, en próximas fechas se celebrará un evento de despedida y homenaje al capitán en San Mamés, que se abrirá al público en general, “para tan señalada ocasión”. Desde el club destacan que, “como en su día hicieron otras grandes leyendas rojiblancas, Muniain prefirió quedarse en casa y competir con los suyos, en el equipo que lo formó y le dio la oportunidad de convertirse en profesional, renunciando a fichar por algún otro club que le pudiera ofrecer más dinero y la promesa de más títulos en su palmarés”. Según la entidad rojiblanca, “su decisión lo convirtió en un ídolo para la afición y en un referente para las nuevas generaciones, y desde su nombramiento como capitán ha estado siempre a la altura de la institución”. Cuando Muniain comunicó su decisión en el vestuario, hubo lágrimas por su parte y por la de muchos de sus compañeros.

Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y X, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.

Conocer los hechos y acceder a información de calidad es más necesario que nunca. Sigue siendo parte de lo que ocurre a tu alrededor suscribiéndote a EL PAÍS

2024-04-24T09:54:43Z dg43tfdfdgfd