El Barça sabe que Nico está valorando en estos días su decisión final y por eso sigue en contacto directo con su agente para que no se le escape ningún detalle de última hora. Uno de ellos que conoce desde hace tiempo la entidad catalana es que al precio oficial que marca la cláusula de rescisión que firmó con el Athletic Club de Bilbao hay que sumarle el correspondiente incremento del IPC (índice de precios de consumo). En total, habría que añadirle cuatro millones más, con lo que la cantidad a pagar quedaría en unos 62 millones de euros.
En el Barça se asegura que todo está preparado para poder abonar esa cantidad y también que al jugador se le ha dado desde el área deportiva la seguridad de que no habrá problema para poder inscribirlo. De hecho, desde la junta directiva se le ha dicho a Deco que eso está controlado y que Nico podría ser inscrito sin problema en LaLiga.
En estos momentos, el club azulgrana espera la decisión del jugador en cualquier momento. De hecho, en las oficinas del Camp Nou querrían que se produjese cuanto antes un desenlace en positivo para poder integrar al punta cuanto antes en la plantilla de Flick. Sin embargo, también se sabe que ahora está de vacaciones en Marbella con su amigo Lamine Yamal y que quizás haya que esperar algo más.