EL DARDO DE ANCELOTTI A LOS JUGADORES DEL REAL MADRID POR SU ARROGANCIA Y CóMO LO PAGARON CARO

El Real Madrid sobrevivió al infierno de Múnich después de tres minutos letales (2-2). El tiempo récord en que el Bayern de Múnich tardó en remontar el tanto de Vinícius Júnior tras salir del vestuario con los goles de Leroy Sané y Harry Kane ante la relajación madridista. Sin embargo, los blancos, cuando más se tambaleaban, reaccionaron en el tramo final gracias a otra genialidad del extremo brasileño, que forzó el penalti a Rodrygo y convirtió la pena máxima. Un partidazo entre dos equipos con una grandeza, comprensión y competitividad máxima de la Champions League.

El Bayern de Múnich se comportó exactamente cómo se podía esperar: con furia, contundencia y empuje. Los primeros 15 minutos asfixiaron al Real Madrid y le pudieron salir muy caros si los delanteros bávaros llegan a afinar más su puntería y Lunin no saca una mano imperial. Pero el Real Madrid, que sabe como nadie lo que significa sufrir en los mayores coliseos de Europa y cómo resistir bajo presión, supo agarrarse al partido a través de uno de sus mayores jerarcas: Toni Kroos.

El cerebro alemán apareció en el momento clave para dotar de sentido, tranquilidad y paciencia cada posesión del Real Madrid. El equipo blanco anuló así la salida en tromba de los alemanes, que buscaban atacar el espacio entre central y lateral a través del escurridizo Musiala y Sané. Con Müller y Kane en el área, se esperaba un bombardeo por saturación que no llegó.

Vinícius fue letal. Otra vez. (Reuters/Angelika Warmuth)

Kroos cambió el partido por completo

Kroos desactivó la presión bávara y alteró el destino del encuentro con una genialidad a la altura de los más grandes. El desmarque en corto de Vinícius Júnior arrastró a Kim-min Jae fuera de posición y Kroos dibujó un pase quirúrgico que el brasileño no perdonó ante Neuer. A partir de ahí, el Real Madrid se encontró el partido que deseaba y que cimentaba su planteamiento de defender en un bloque bajo ante la velocidad en ataque de los extremos locales.

Thomas Tuchel estaba desesperado con su equipo, incapaz de ajustar la presión y muy poco contundente en los contragolpes del Real Madrid. Lo había advertido en la previa y lo sufrió en sus carnes: un gol de la nada en el primer disparo a puerta del Real Madrid. Pura Champions League. El equipo se había despistado en las vigilancias defensivas, como subrayó el grave error del central surcoreano. El Bayern no generaría apenas peligro hasta el descanso, donde Musiala y Sané estaban jugando a pierna natural sin poder dañar realmente a los blancos.

Eso cambiaría inmediatamente tras el descanso, puesto que el técnico alemán colocó a ambos a pierna cambiada. El Real Madrid sabía que el Bayern iba a tener que arriesgar más en su presión alta y que encontraría espacios al contragolpe. Sin embargo, los jugadores blancos, extremadamente destensados, no encontraron el tanto del 0-2 que Kroos rozó y se relajaron demasiado en defensa.

"Nos han metido dos en nuestro momento"

Sané encaró a Mendy, sin la ayuda a tiempo ni de Nacho, Kroos o Rodrygo y batió a Lunin con un misil. Solo tres minutos después, en la otra banda, Musiala rompió a un Lucas Vázquez muy superado durante todo el encuentro y forzó el penalti que Kane convertiría. "Nuestro momento ha sido el principio de la segunda parte y es cuando nos han metido dos. Han mostrado la mejor versión y nosotros creo que no, pero tenemos tiempo de mostrarla el próximo miércoles", narraría Ancelotti tras el partido, consciente de lo que había sucedido.

"La primera parte hemos defendido, pero con poca intensidad, la segunda parte cuando se han adelantado en el marcador hemos empezado a presionar un poco más, la sensación era que estábamos cómodos, pero faltaba intensidad. El partido lo hemos terminado bastante bien, la eliminatoria está igualada, hay que sufrir 90 minutos en un ambiente que todo el mundo conoce", añadiría el técnico sobre la prepotencia con la que el Real Madrid había salido en la segunda parte.

Vinícius es pura grandeza

Pero el Real Madrid, como hizo el Bayern en el primer tiempo, no se desharía como un terrón de azúcar. Ancelotti quitó rápidamente a Nacho para introducir a Camavinga y poco después retiraría a un gris y desaparecido Bellingham por Modric, así como a Kroos, el mejor del Real Madrid, junto a Vinícius, por Brahim. Los blancos sufrieron de lo lindo tanto a balón parado con los remates de Dier como en los centros laterales tras el desequilibrio de Musiala y Sané.

Musiala torturó a Lucas Vázquez. (Reuters/Kai Pfaffenbach)

Sin embargo, Vinícius no se quedaría de brazos cruzados con el apoyo de otra figura sin la que las últimas Champions League del Real Madrid no se pueden entender: Luka Modric. El croata le puso un balón de valor gol y Vinícius, otra vez sacando de zona a Kim-min Jae, se estampó con una gran parada de Neuer. Ya en el minuto 83, Vinícius tiró del carro y se inventó un penalti de Rodrygo en una acción aislada.

Síntoma inequívoco de que ya es uno de los jugadores más decisivos del planeta desde hace varias temporadas y de que no se arruga ni en los peores escenarios. La pena máxima la lanzó él para colocar el 2-2 en el marcador y conseguir su doblete. Si sumamos sus últimos cuatro partidos contra Bayern, Manchester City y Barça, el brasileño acumula tres goles y tres asistencias. Es pura élite y lo volvió a demostrar con solo 23 años.

Los brasileños lo entienden todo

"Siempre queremos ganar, pero sabemos que esta competición es así, no puedes regalar balones y goles porque los equipos marcan las ocasiones que tienen. Tenemos que seguir con la cabeza tranquila, descansar hasta la próxima semana y sabemos que la afición y nosotros lo vamos a dar todo para clasificarnos. Ahora toca hacer una noche mágica en casa", explicaría Vinícius tras el encuentro en Movistar+.

Rodrygo y Vinícius celebran el gol del 2-2. (Reuters/Kai Pfaffenbach)

Acto seguido, Rodrygo analizaría lo sucedido en Múnich. "Son partidos de Champions, estamos acostumbrados. Piensan que estás muerto y es cuando puedes tener más peligro. En una fase del partido que no estábamos tan bien y luego empatamos. Qué pase de Kroos, increíble. Siempre le decimos que siga jugando. No uno, muchos años más, tiene una maestría que me encanta ver, me encanta jugar con él", afirmó el extremo. Como Vinícius, ambos conocen lo que otros jugadores no entienden en toda una carrera: cómo jugar la Champions y cómo aprovechar tus momentos.

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