CUATRO GOLES DE HAALAND CULMINAN LA APOTEOSIS DEL CITY EN LA CARRERA POR LA PREMIER

Hoy Matheus Cunha sería titular en el Atlético de Madrid, club que le vendió al Wolverhampton en 2022. Hoy Matheus Cunha es titular en el Wolves. La situación del veloz punta brasileño da una dimensión del nivel de la liga inglesa. En España, el Wolves competiría con armas muy poderosas por ganar la Liga. En cambio, marcha 11º en la Premier. No se jugaba nada cuando visitó este sábado el campo del Manchester City. El equipo de Guardiola se encargó de recordárselo con un arranque apisonador. Erling Haaland se marchó al descanso con un hat-trick, expresión soberbia de una actuación colectiva imposible de ver en Europa en otro equipo que no sea el City.

La lucha por la Premier más disputada de la historia comenzó con un Arsenal-Bournemouth pasado el mediodía. El Arsenal se impuso 3-0 en el duelo donostiarra de Arteta e Iraola. Los gunners cubrieron el expediente con solvencia, solo después de que el árbitro anulara el 0-1 al Bournemouth por una falta difícil de reconocer fuera del vídeo del VAR. Con la presión de los perseguidores, el City saltó al campo al caer la tarde contra un Wolves cargado de buenos futbolistas en busca de estímulos. Cunha, Hwang, Semedo, Nouri, Lemina, Gomes, componen un ramillete de profesionales de excelentes condiciones en el umbral de las vacaciones. En el Etihad solo les podía reanimar el propio City: la idea de la gloria que supone hacer daño al equipo que la mayoría de las direcciones deportivas de Europa consideran como el más trabajado, el que más recursos maneja, el más peligroso, el más difícil de controlar. No hubo caso. La entrada del City al partido fue un vendaval disuasorio que invitó a los futbolistas visitantes a pensar que la siguiente jornada tendrán tiempo de resarcirse.

Rodrigo, Bernardo Silva, De Bruyne y Walker rozaron su mejor expresión del curso. Son el tuétano espiritual del City. Son los maestros. Con ellos conectados, el equipo de Guardiola es invencible. Especialmente si lo que se proponen es presionar al hombre en campo contrario. El émbolo ahogó a sus rivales cuando intentaban salir jugando, en un escenario en el que sus defensas se sienten especialmente vulnerables. Kilman, Gomes y Nouri comenzaron a cometer errores desde temprano. Entraron en combustión. A más fallos, más inseguridad, y más fallos todavía. Normal cuando el grado de precisión y actividad cognitiva de los atacantes que los enfrentaron produjo jugadas como la que precedió al 1-0.

Foden, que nominalmente partió como extremo izquierdo, se ofreció como vértice de la jugada en el carril central. Metido entre los pivotes y los centrales del Wolves, el inglés jugó de cara sucesivamente con Akanji y con De Bruyne hasta encontrar a Bernardo Silva en el callejón del ocho. El portugués entró desde atrás y asistió al compañero que entraba hacia el palo más lejano, por el carril del diez. El lateral croata no pudo rematar porque le hicieron penalti, tan agobiada estaba la defensa ante la permuta interminable de posiciones de los adversarios por la zona que más intentaban proteger. Haaland ejecutó el tiro. Fue el primero de sus cuatro goles de la tarde en una carrera por su segunda bota de oro inglesa consecutiva. Suma 25 tantos esta temporada, solo en liga. Su contribución se hace indispensable para un City que procura remontar al Arsenal su mejor diferencia de goles. En caso de empate a puntos en la última jornada la Premier se quedará en casa del más contundente. De momento, con 36 partidos disputados el Arsenal suma 83 puntos con una diferencia de goles de +60; mientras que el City con un partido menos suma 82 puntos y +54 goles.

Los goles de Haaland fueron la nota más folclórica de una tarde majestuosa del City. El dinamismo de De Bruyne alcanzó cotas desconocidas en los últimos años; Foden actuó con juicio además de con coraje; Bernardo recuperó la energía que perdió contra el Forest en la jornada precedente; y Rodri completó una verdadera exhibición en todos los órdenes. Como eje de la jugada en el mediocentro, como líder de la presión, en donde provocó el robo y acabó dando el pase en el 2-0, y como asistente en múltiples llegadas, la más vistosa, la del gol de Julián Álvarez, el 5-1, el español tomó las riendas del equipo y los caballos no dejaron de galopar. El City desplegó sus mejores virtudes camino de medirse al Fulham el sábado próximo y al Tottenham el martes 14 de mayo.

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