EL FíSICO DE OLYMPIACOS PONE LA FINAL FOUR CUESTA ARRIBA PARA EL BARçA

Mal empezaron las cosas para el Barça en su objetivo de acceder a la Final Four de la Euroliga, ya que se topó con un Olympiacos muy físico y con las ideas muy claras que se impuso por 75-77 pese al arreón final local tras el 67-75.

Jan Vesely no se encontró cómodo, Laprovittola y Ricky Rubio perdieron balones víctimas de la agresiva defensa helena y Satoransky sigue negado cara al aro. De hecho, es que ni lo intenta. Con esas premisas, un notable Willy Hernangómez no ganó y ahora tocará ganar al menos una vez en El Pireo para evitar el KO.

No estuvo cómodo el cuadro azulgrana casi nunca en los dos primeros cuartos, primero con una mala puesta en escena a merced del 'gigante' Moustapha Fall y después incapaz de frenar las pérdidas (nueve) y de mostrarse fiable en el lanzamiento con tristes 9/12 de dos y 3/10 de tres ante un rival que se adaptó mejor al 'perfil Mateu Lahoz' del trío arbitral.

El galo Fall y sus 218 centímetros de altura dominaron los minutos iniciales con tres mates seguidos (0-6) mientras Kalinic anotaba la primera canasta en juego barcelonista pasado el minuto 5 del primer tiempo (4-8). Bota que te bota, Satoransky no hacía jugar al equipo y Olympiacos seguía seis arriba (7-13).

Jabari Parker se echó el equipo a sus espaldas con nueve puntos seguidos y una sensacional canasta de Abrines sobre la bocina acercó a los locales a un solo puntos (18-19). A la vista de cómo habían transcurrido los primeros 10 minutos, el resultado era bueno.

Dos magistrales triples de 'Lobezno' dieron la vuelta al electrónico por primera vez en la noche (25-22 y 28-25) con buenos minutos de Jokubaitis, pero ahí apareció el jugador fetiche del cuadro griego que disparó a los suyos hasta un +9 al descanso (35-44).

Se trata de Filip Petrusev, un 'exNBA' que no cuajó en el Anadolu con Ergin Ataman y que jugó a la perfección con su capacidad de actuar desde fuera hacia adentro perfil de ala-pívot para superar una y otra vez la defensa tanto de un especialista como Nikola Kalinic como de un Willy Hernangómez más activo que de costumbre en tareas defensivas. El serbio se fue al descanso con 12 puntos, tres rebotes y +16 de valoración.

El Barça regresó más intenso en defensa o al menos esa es la sensación que dio. El problema es que no encontraba puntos con un Parker demasiado ansioso tras su buen primer cuarto y con un conjunto heleno que aprieta al máximo hasta lo que marca el criterio arbitral. Con esas premisas, la trenta no bajaba y los minutos pasaban.

La cuarta falta con técnica incluida de Thomas Walkup y un triplazo de Ricky Rubio impedían que Olympiacos se marcharse definitivamente (45-53). En el ecuador del tercer cuarto llegó una situación límite con el 42-53, pero el Barça reaccionó con las ganas de Willy y el talento de Lapro para lograr un parcial de 7-0 y encarar el último cuarto a siete puntos (54-61).

30 minutos después, el Barça había entendido que los árbitros dejaban 'pegar' y lo aprovechó para seguir reduciendo su desventaja hasta tres puntos (58-61), momento en el que Abrines no acertó de tres para empatar. Los helenos respondieron con McKissic en 'plan microondas' y obligaron a Grimau a parar el partido con 59-69.

Los triples de Ricky y de Lapro acercaron a los locales a solo dos puntos (67-69), pero ahí Cainan y el recién incorporado (por primera vez) Milutinov volvieron a complicar mucho el partido (67-75). Ahí los problemas físicos del maleducado ex del UNICS permitieron el regreso de Walkup con 70-75 a 1:10 del final.

Ahí un robo de Ricky y la antideportiva de Walkup supusieron su eliminación (antideportiva y técnica) y metieron de lleno al Barça en el partido 72-75 a 1:03 del final). Lástima de la pérdida de un espeso Lapro y de los dos tiros libres de Larentzakis como sustituto del lesionado Petrusev. El 75-77 con mate final de Parker supone un paso atrás en el camino hacia la Final Four.

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